«Ideologizantes, violentos y divisionistas son los libros de la Colección Bicentenaria» Por Laura Sobral

Como «ideologizantes, violentos y divisionistas», calificó el pedagogo Javier Tarazona los textos de la Colección Bicentenaria, que fueron entregados al principio del año escolar 2011-2012 a los niños de las escuelas bolivarianas, de primero a sexto grado, para que trabajen sus clases a través de esos libros.

Tarazona, quien es profesor egresado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel), con maestría en Orientación de la conducta, se dedicó a hacer un análisis detallado de los contenidos de los libros distribuidos por el Gobierno Nacional en todas las escuelas primarias del territorio nacional, por considerar que son «fascículos destinados a promover un proyecto político y a ideologizar a los estudiantes desde su más temprana edad».

Al respecto, Tarazona asegura que se trata «del contrabando ideológico más grosero que se ha visto, donde se emplea el lenguaje en términos usados por el partido de gobierno, se idolatra la figura del presidente Chávez, y se menosprecia la historia de Venezuela, durante los mandatos de los presidentes anteriores a Hugo Chávez».

En un recorrido por los libros, que comprenden una colección con textos de Matemáticas, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y Lengua y literatura, según Tarazona, se hace una exposición manipulada de los hechos, se promueve la confrontación y la división clasista de la sociedad venezolana, y se fomentan los antivalores.

El vocero, que actualmente es profesor de Pregrado y Postgrado de la Upel, aseguró que los mensajes insertos en estos libros deben generar alerta en los padres y representantes, como ya lo ha hecho en los docentes, quienes los usan por obligación, pero han detectado que pueden causar daños en los componentes conductuales de los niños, tanto en lo afectivo y cognitivo, como en lo actitudinal.

— Lo primero que encontramos en el análisis de contenido es la confrontación, primero entre el pasado y el presente, y segundo, tratando de generar en el niño el concepto de división clasista de la sociedad, donde el rico es malo y es rico porque ha robado, y el pobre es pobre porque el rico no le ha permitido surgir, y debe tratar de quitarle a los que sí tienen para obtener mejor vida, de tal forma que no se invita al niño a superarse, a ser productivo, a estudiar, sino a odiar al que vive
mejor — aseguró Tarazona.

De acuerdo con sus conocimientos, Javier Tarazona advierte que ese tipo de mensajes golpean las emociones de los niños que apenas están en formación, al invitar a la confrontación y a reconocer como algo malo y negativo un pasado que no vivió pero del cual se le presenta una visión sesgada.

Términos que preocupan, según Tarazona, son el socialismo, comunas, desarrollo endógeno, culto, e idolatría a la figura de Chávez, el Che Guevara, la comparación entre Hugo Chávez y Simón Bolívar, la reiteración del término revolución, y la afirmación de que la revolución ha solucionado todos los problemas sociales y económicos de los venezolanos, y palabras como yanquis, imperialismo, traición, empresarios millonarios golpistas, entre otros.

Visión sesgada de la historia

Como ejemplo específico, citó el libro de Ciencias Sociales de sexto grado, donde se lee, bajo el título «Es cuestión de soberanía y seguridad», lo siguiente: «La soberanía de Venezuela es frecuentemente violada en sus áreas fronterizas por la minería ilegal: garimpeiros extranjeros y mineros nacionales que trabajan ilegalmente la explotación de oro y diamantes».

Prosigue el mismo párrafo para afirmar que: «contrabando y entrada ilegal de extranjeros, el perverso narcotráfico y otros problemas originados por la situación de guerra que existe en Colombia desde mediados del siglo XX con incursión de guerrilleros colombianos y penetración de paramilitares y refugiados que huyen de la violencia. ¿Qué sabes tu del Plan Colombia», son textos que Tarazona considera preocupantes en esos términos para niños de sexto grado.

En el caso del libro Ciencias Sociales, donde se tratan los sucesos de abril de 2002, según Tarazona, se presenta también un relato parcializado: «el país vive horas de desconcierto y angustia. Lo único que informan los medios de comunicación es que el presidente Chávez había renunciado. Pero era mentira, aunque era la aspiración de los golpistas y así se lo propusieron».

— Volvió, volvió, Chávez volvió. Ante la presión popular y militar, Carmona Estanga abandona el 14 de abril el cargo de presidente que había asumido ilegalmente dos días antes. Todos los golpistas abandonan apresuradamente el Palacio Presidencial. En helicóptero llegó el Presidente constitucional a Miraflores el mismo domingo 14 y el pueblo cantaba volvió, volvió, Chávez volvió — dice el texto en su página 129.

Todos estos relatos de la historia, contados en forma de crónica, se ilustran con gráficas del presidente Chávez abrazado con otras personas, una foto en particular que muestra un grafiti donde se lee: «aquí manda Chávez», y otra imagen del presidente abrazado con una niña, donde se lee: «el futuro de la patria de Bolívar son sus niños», donde, explica Tarazona, se resalta el culto al mandatario.

Se fomenta en los niños y niñas el descrédito de todos los gobiernos anteriores, hablando de pobreza, crisis económica, y ese tipo de planteamientos, en un recorrido breve por los logros de anteriores gestiones, tratando de hacer ver que el único mandato con logros por el país es bajo el presidente Chávez, quien es mencionado decenas de veces en cada libro; pero además se habla de las Misiones, que son programas de un proyecto político.

Necesaria transformación de la escuela bolivariana

A juicio del profesor Javier Tarazona, es necesario promover la transformación de la escuela bolivariana, pues el modelo bajo el cual se diseñó, como una escuela integral para la formación de los niños, se desvió en el camino para convertir a los planteles en un «depósito de niños».

Hizo un llamado a los padres y representantes para que se dediquen a leer detenidamente estos libros, y de esa manera puedan aclarar en sus hijos todos aquellos conceptos que se desvían en estos textos, que no considera textos como tal, pues deberían brindarles a los estudiantes oportunidades y herramientas para que resulten buenos ciudadanos.

— Resulta lamentable que los padres no se preocupen por el mal funcionamiento de las escuelas bolivarianas, donde los niños deberían tener actividades integrales en el horario de la tarde, y una alimentación adecuada a través del PAE, otro plan que ha fallado y que ni siquiera es manejado por nutricionistas, como debería ser, sino que se trata de darle una comida al estudiante, sin medir su calidad — argumentó Tarazona.

Tarazona consideró que este proyecto de escuelas bolivarianas o escuelas integrales, creado por el ministro de Educación, Antonio Luis Cárdenas, no se implementó correctamente en Venezuela, porque no pueden convertirse las instituciones en un local donde se llena el estómago del niño, y no se emplea el horario de forma óptima, cuando sería preferible que los mismos padres llevaran a sus hijos a actividades deportivas y culturales en las tardes, para garantizar el correcto empleo del tiempo.

Igualmente, instó a los docentes de las escuelas bolivarianas a revisar bien el material de la Colección Bicentenaria, y a no permitir, bajo la coacción, que los niños reciban información no adecuada para su formación integral y adecuada a las necesidades de un ciudadano mejor.

Laura Sobral

Ver nota original aquí

Acerca de SINDITEM

Sindicato de la Trabajadores de la Educación del Estado Mérida, afiliado a la Federación Nacional de Sindicatos y Colegios de los Trabajadores de Venezuela FENATEV.
Esta entrada fue publicada en Educación y Política y etiquetada , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario